DISPLASIA DE CADERA

La displasia de cadera consiste en un desarrollo o funcionamiento anormal de la articulación coxofemoral normalmente llamada articulación de la cadera.
Es una patología considerada como un fenómeno multifactorial ya que en él contribuyen agentes muy dispares como son:
LA RAZA. En algunas razas la displasia tiene un fuerte componente genético por eso es más frecuente en algunas como:
Labrador retriever
Golden retriever
Pastor alemán
Rottweiler
Mastines
Terranovas
En estas razas en especial se debe mantener un cierto control para eliminar de la línea reproductiva a aquellos individuos que la padecen y/o pueden transmitirla a su descendencia.
CRECIMIENTO RÁPIDO. Aunque pueden ser sensibles de padecerla la mayoría de los perros es más frecuente verla en razas grandes, es decir, de crecimiento rápido.
ALIMENTACIÓN HIPERPROTÉICA
LAXITUD ARTICULAR

De todas formas, aunque nuestra mascota tenga displasia o este predispuesta a padecerla hay ciertas cosas que podemos hacer para evitarla o en la medida de lo posible retrasar la aparición de sus síntomas. Algunas de estas cosas son:

En cachorros de razas predispuestas hacer una radiografía de control hacia los 6 meses de edad para detectar de la manera más precoz posible cualquier signo de displasia. Y después de esta es recomendable ir haciéndole revisiones periódicas tanto si la radiografía confirma la displasia como si no.
Tanto en cachorros como en adultos predispuestos a padecerla es recomendable darles un pienso de calidad, y a ser posible aquellos que entre sus componentes tengan algunos orientados a mejorar la salud articular de nuestra mascota. O en el caso de piensos que no tengan estos componentes también es aconsejable aportárselos como suplementos alimenticios. Los principales componentes utilizados para cuidar las articulaciones de nuestras mascotas son:
Condroitín sulfato
Glucosamina
Ácido hialurónico
Colágeno
Ácidos grasos

En adultos y cachorros se recomienda controlar el sobrepeso para así evitar que dicha articulación aguante más peso que aquel para el cual está hecha.
Favorecer el desarrollo de la musculatura correspondiente a dicha articulación para así descargar la articulación de esfuerzo. El ejercicio más adecuado para reforzar esta musculatura es la natación, ya que en dicho ejercicio se ejercitan los músculos, pero no se carga la articulación. Y por esto mismo no es recomendable realizar ejercicios que resulten bruscos para la articulación.

PRINCIPALES SÍNTOMAS DE PROBLEMAS EN LA CADERA

Los principales síntomas que nos pueden hacer sospechar que nuestra mascota presenta algún problema en la cadera son:
Marcha rara
El animal juega poco o juega y enseguida se tumba
Brinca en lugar de correr (salta con las extremidades posteriores juntas como un conejo)
Le cuesta levantarse después de un largo reposo
Tiende a sentarse lateralizando las extremidades posteriores en lugar de cargando el peso sobre las caderas.
Escaso desarrollo muscular en extremidades posteriores

TRATAMIENTOS
Existen distintos tratamientos frente a la displasia en función de la gravedad del cuadro:

En casos leves en los que la patología no afecte en exceso a la calidad de vida del paciente, el tratamiento puede consistir en un tratamiento sintomático con analgésicos y protectores del cartílago combinados con unos cuidados para prevenir la evolución de la enfermedad (control de peso, realización de ejercicios que favorezcan el desarrollo de la musculatura como la natación, evitar ejercicios bruscos para la articulación,..)
En casos graves en los cuales la enfermedad condiciona la vida del paciente el tratamiento debe ser quirúrgico. Existen distintas técnicas a emplear. El cirujano-traumatólogo decidirá la técnica más indicada en función de la gravedad y características del paciente.
Las algunas de estas técnicas son:
Triple osteotomía pélvica
Artroplastia de la cabeza del fémur
Prótesis de cadera

En caso de que notemos algunos de estos síntomas en nuestra mascota es recomendable acudir a un veterinario para que nos diagnostique la enfermedad y nos aconseje que cuidados debemos dar a nuestra mascota para, por un lado, mejorar su calidad de vida, y por otro retrasar en la medida de lo posible el desarrollo de la enfermedad.